Disfruto de esta bella Vida, pregonando su simpleza y aferrándome a Ella cada día, tanto de ésta como de las que he pasado y de las que, seguramente seguiré viviendo..pues hay un alma en pena y un cuerpo vagando juntos sin intenciones de dejarla aun.
Ofrenda
OFRENDA
Venturoso ser,
iluminado por la gracia
y el fuego eterno de quien
te acoge y compaña; Eros.
Permíteme disfrutar de tu sabia
y de los licores embriagantes
que emanan de tu ser;
de tu cuerpo.
Concédeme el agasajarte
en ofrendas de placer
cual súbdito perdido
en tus encantos, en tu deseo.
Oh, tú, resplandor en llamas,
déjame bajar al cadalso
y regalarte mi calor fundido
en un tántrico abrazo.
Lameré cada centímetro
de aquella que tienes por dulce
y deliciosa piel;
absorbiéndole.
Beberé de tu néctar,
mezcla de dulzor y sudor,
que comenzará a florecer de ti
cual volcán lanzando flamas.
Calzinaré mi lengua,
la boca y la punta de mis yemas
por sentir de cerca el ardid
de tu cedida esencia.
Venturoso Ser,
venturosa será mi gloria
al coronar ésta, mi ofrenda,
adentrándome en tus secretos,
y en el infierno sublime
de tu sexo.
::: Cristtoff WOLFtown © :::
Cándida espera
Cándida espera
Cerré,
un instante mis ojos.
Ante mí…
aparece sublime
su blanca figura
de espaldas,
espléndida,
entregada,
magnífica,
radiante,
sabrosa
y pura.
Su piel,
cada una
de sus líneas,
deseosas,
imperfectas,
provocantes;
desafiantes.
A centímetros
de mi cuerpo
escalofríos
recorriéndome
escalocalientes
de arriba abajo
por entero.
Mi mente,
perdida…
a su suerte,
mientras…
la ley
de atracción,
influyente,
hace de las suyas.
Mis manos,
torpes manos
temblorosas,
de a poco
se acercan,
de a poco
sintiendo
su tibieza,
el llamado
de su fuente
clara y húmeda.
Un susurro
se escapa
mientras…
un hálito
de fuego
mis mejillas..
va enrojeciendo.
El aire
me falta
atrapado
a su imágen.
¡Estallo en deseos!
Voy…
y mis manos
temblorosas
se afirman,
con fuerza
la toman,
la aferran
a mí;
perdiéndome,
perdiéndonos,
en un susurro,
entre gemidos
y
cálidos lamentos;
entre caricias
y la explosión
de nuestros cuerpos.
::: Cristtoff WOLFtown © :::
Cerré,
un instante mis ojos.
Ante mí…
aparece sublime
su blanca figura
de espaldas,
espléndida,
entregada,
magnífica,
radiante,
sabrosa
y pura.
Su piel,
cada una
de sus líneas,
deseosas,
imperfectas,
provocantes;
desafiantes.
A centímetros
de mi cuerpo
escalofríos
recorriéndome
escalocalientes
de arriba abajo
por entero.
Mi mente,
perdida…
a su suerte,
mientras…
la ley
de atracción,
influyente,
hace de las suyas.
Mis manos,
torpes manos
temblorosas,
de a poco
se acercan,
de a poco
sintiendo
su tibieza,
el llamado
de su fuente
clara y húmeda.
Un susurro
se escapa
mientras…
un hálito
de fuego
mis mejillas..
va enrojeciendo.
El aire
me falta
atrapado
a su imágen.
¡Estallo en deseos!
Voy…
y mis manos
temblorosas
se afirman,
con fuerza
la toman,
la aferran
a mí;
perdiéndome,
perdiéndonos,
en un susurro,
entre gemidos
y
cálidos lamentos;
entre caricias
y la explosión
de nuestros cuerpos.
::: Cristtoff WOLFtown © :::
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