"Ni por muy Caballero acabaría con su recuerdo"
¿Cómo no he de
extrañar su ardid desinhibido, sus grandes e hipnotizantes ojos, su
piel...blanca y tan fría como la nieve esperando un abrazo, mi regazo…y
aquellos carnosos y encantadores labios?
¿Cómo no he de
extrañar sus estilizadas y sabias manos, sus sensuales hombros al descubierto;
su manifiesta figura deslumbrándolo todo a diestra y siniestra; su cintura
cincelada con paciencia para el goce de mis manos...y la seductora calidez de
su entrepierna; para mí siempre y tan embriagantemente predispuesta?
¿Cómo olvidarla,
apacible y alborotada, tierna y enajenada; tan cerca y tan de mi, por un
destino cruel, hoy alejada?
Necio sería pretender
olvidar cada una de sus evocaciones, si estas quedaron grabadas con el más
ardiente fuego; su vivo recuerdo, olvidar podría, ni por muy caballero.