Abandónate a mí
Déjame beber
de aquel manantial - dulce miel -
que brota, salvaje, desde tus entrañas
hacia mis labios, lascivos, que la reclaman.
Déjala que emane
y se cuele por entre mis dedos
y …me inunde, lento, al acariciar
tu afrodisíaca vulva envuelta en llamas.
Déjame recorrer
cada centímetro de tu piel
e ir sintiendo uno a uno tus espasmos
mientras, lentamente en ti me adentro.
CW
que sediento te lees!!! señor dichoso!
ResponderEliminargracias, por tu pasar y por lo de "dichoso", pues así me siento día a día, querida amiga ;)
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